¿Cómo afectan las drogas al cerebro?
La búsqueda de la sensación de placer es un instinto que todo ser humano busca. Cuando hacemos algo placentero, el cerebro refuerza los circuitos para aprender que esto deberíamos hacerlo más veces. Estas conexiones, llamadas el circuito de la recompensa, se extienden desde el tronco cerebral (área tegmental ventral), pasando por el sistema límbico o emocional (núcleo accumbens) hasta la corteza cerebral frontal.
​
Los neurotransmisores son las sustancias
químicas que usa el cerebro para comunicar
unas neuronas con las otras y transmitir la
información. En el circuito de recompensa
se usa fundamentalmente la dopamina
(neurotransmisor que se encuentra en
concentraciones muy altas en las regiones
del cerebro que regulan la motivación y los
sentimientos de satisfacción).
​
Las drogas alteran el funcionamiento químico del cerebro dándole mucha más dopamina de la que se produce en un proceso placentero habitual. Esto tiene varias consecuencias:
-
El cerebro intenta readaptarse a este exceso de estimulación, que puede destruir la neurona, disminuyendo el número de receptores de la dopamina en la neurona y aumentando el número de recogedores y degradadores de la misma.
-
Esto llevará a la tolerancia: el cerebro va a necesitar cada vez más droga para llegar al mismo efecto que la primera vez.
-
Las actividades que antes resultaban placenteras, progresivamente, dejarán de sentirse igual de satisfactorias e interesantes que antes de empezar a consumir. Ya sólo quedará la droga para llenar ese vacío.
A medida que el cerebro se va adaptando a la presencia de la droga, otros circuitos cerebrales se irán modificando. El primero de ellos y el más relacionado con el circuito de recompensa será el circuito de la memoria y el aprendizaje. Este será el encargado de crear el hábito y la adicción. Cuando se empieza a consumir, el cerebro aprende que esas sustancias que te has tomado, le han proporcionado placer, por lo que mantiene en el recuerdo ese momento.
​
​
​
¿Qué partes del cerebro afecta el consumo de drogas?
Las drogas pueden alterar zonas importantes del cerebro que son necesarias para funciones vitales y pueden impulsar el consumo compulsivo que identifica a la adicción. Las zonas del cerebro afectadas por las drogas incluyen:
​​


-
Los ganglios basales, que cumplen una función importante en los efectos placenteros de actividades como comer, interactuar socialmente o tener actividad sexual, además, participan en la formación de hábitos y rutinas. Estas zonas constituyen una parte clave en el circuito de recompensa del cerebro. Las drogas generan hiperactividad en este circuito, lo que produce la euforia que se siente al consumirlas; pero cuando la presencia de la droga se repite, el circuito se adapta y disminuye su sensibilidad, lo que hace que a la persona le resulte difícil sentir placer con nada que no sea la droga.
​​
-
La amígdala extendida cumple una función en las sensaciones estresantes como la ansiedad, la irritabilidad y la inquietud, que
son características de la abstinencia. A medida que aumenta el consumo de la droga, este circuito se vuelve cada vez más sensible. Con el tiempo, una persona con un trastorno por el consumo de drogas, las consume para aliviar temporalmente ese malestar.
​
-
La corteza prefrontal dirige la capacidad de pensar, planificar, resolver problemas, tomar decisiones y controlar los propios impulsos. Esta es la última parte del cerebro en alcanzar la madurez, lo que hace que los adolescentes sean los más vulnerables. Los cambios en el equilibrio entre este circuito y los circuitos de recompensa y de estrés de los ganglios basales y la amígdala extendida hacen que una persona que sufre de un trastorno por el consumo de drogas, busque la droga en forma compulsiva y tenga menos control de sus impulsos.